Descubre tu valor

– Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo y que no hago nada bien. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más? El maestro, sin mirarlo, le dijo: – ¡Cuánto lo siento muchacho, pero no tengo tiempo. Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar. – Ehm… encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-. – Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Debo vender este anillo para pagar una deuda, pero no aceptes menos de una moneda de oro. El joven tomó el anillo y partió. Empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Éstos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían y otros le d...