Déjame contarte II
No me avergüenza reconocerlo. Todas aquellas personas que me leéis, que me seguís en redes sociales hace tiempo, lo sabéis. Nunca lo he ocultado, al contrario, siempre le he dado visibilidad a mi situación laboral. Me siento orgullosa de haber pasado por el desempleo y de gritarlo a los cuatro vientos. Porque esa etapa de mi vida, aunque dura y frustrante, me ha hecho más fuerte, me ha forzado a desarrollar nuevos aprendizajes y me ha preparado para cualquier cosa que uno o miles de recodos del camino me tengan preparado. Por eso, cuándo te escribo, cuándo te cuento, cuándo te aconsejo , no lo hago únicamente como profesional. Lo hago como compañera de desdichas, como un alma más que sabe lo que es desesperarse cuando todas las puertas se cierran . Tú no me creerás, porque ya lo dice el refrán: "nadie escarmienta en cabeza ajena", pero eres el único motivo por el que continúo escribiendo. Creo que aún puedo ayudar, que puedo aportarte mi visión que está b...