¿Qué opinan?

El otro día alguno de mis conocidos me mandó el enlace de un vídeo, que parece ser que ya se ha convertido en un viral en Internet. Nunca he entendido bien esa palabra, ya que tiene para mí connotaciones negativas, cuando la realidad es que en esta era informática, reproducirte por enlaces, webs y redes sociales como una planta conquistadora es lo mejor que te puede pasar como producto.


Alguna que otra vez he escrito en este blog respecto a las redes sociales, sobre si cambian a mejor o a peor la vida de las personas. No sé bien qué pensar ya que yo no me considero más feliz ahora que cuando, de niña, no tenía móvil ni Internet. Recuerdo que para llamar a alguien debías esperar a que llegase a casa, cuando dejabas mensajes a los padres de tus amigos y cómo a veces hablar con alguien se convertía en misión imposible por la incompatibilidad horaria. No soy más feliz que antes, pero tampoco lo soy menos. O al menos no por causa de la tecnología.


Hoy he leído en un periódico que una mujer ha sufrido una tendinitis debido a que se ha pasado 6 horas whatsappeando con amigos y conocidos varios y, tras acudir a la consulta médica, fue incapaz de dejar de hacerlo durante el tiempo de reposo que le mandaron los facultativos. ¿Adicción? ¿Enfermedad? No sé que decirles.


Lo cierto es que las controversias al respecto de ciertos temas, siempre son susceptibles de ser aprovechados por terceros. Ese es el caso de Coca- Cola, que ha hecho uso de las ideas anti-tecnológicas para un anuncio que está colgado en Youtube (VIRAL COCA-COLA), y cuyo enlace les dejo (por aquello de que se formen su propia opinión). Su idea se basa en usar un collar, llamémosle así por no decir embudo, para evitar las miradas furtivas, a veces descaradas, al móvil cuando estamos en compañía de otras personas.


Mentiría si les dijera que yo siempre que estoy en grupo abandono mi teléfono al fondo del bolso, haciendo caso omiso de sus incesantes pitidos, pero también les engañaría si les dijera que no me molesta en absoluto compartir café y conversación con una persona que tiene sus ojos pegados a una pantalla táctil. Llámenme ególatra pero me gusta que las personas con las que comparto mi tiempo me presten la atención que merezco. Hoy día es complicado utilizar el transporte público y ver a la gente, simplemente mirando por la ventanilla o leyendo un libro (de los de verdad eh? los que vienen con sus hojitas de papel y sus letras impresas). No lo veo mal, pero creo que la conexión que establecemos gracias a la tecnología, nos separa de la conexión personal de un cara a cara.


Me gusta que la tecnología avance, poder hablar con mi gente cuando no estoy con ellos, ver fotos de mis amigos lejanos,... Pero me gusta en su justa medida. La publicación sistemática de todo lo que nos pasa por la cabeza es un hastío y una manera de vulnerabilizarnos. 


Si me lo permiten, les dejo otro vídeo que no sé si será viral, pero quizás les haga pensar un poco en lo que hacen, cómo y porqué en Internet. PARA PENSAR  ¿Qué opinan?


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