Vega Gómez "Es un torrente de energía pura que te traspasa el alma haciéndote partícipe de su vitalidad"

Hay personas capaces de transmitirte sentimientos en la distancia, aún sin conocerles personalmente. Personas con tanta energía, tantas ganas de vivir, tantas cosas por aportar, que traspasan los poros de su piel e incluso una pantalla de ordenador que te separa kilómetros de ellas.

Vega es una de esas personas. No necesito haberla visto jamás para percibir una personalidad arrolladora, un huracán de conocimientos y sentimientos que te arrastra con ella hacia un lugar más hermoso y lleno de vida.

Salmantina por nacimiento, fue Plasencia la ciudad que la vio crecer como reina de una familia a la que fue la primera niña en llegar. Como a cualquier miembro de la realeza, aunque viva en la clase media, había que protegerla y por esos sus padres la cuidaban y vigilaban de manera constante. Sin embargo ni siquiera aquello pudo contener su personalidad abierta y curiosa, ni impedir los juegos en la plaza, ni las guerras entre indios y vaqueros sin pistolas ni plumas pero repletas de su desbordante imaginación.

La llegada de sus hermanos no le restó lustre a su corona, pero sí la hizo madurar ayudando a su madre con las labores diarias, cosa que le hizo aprender la importancia de cuidar a la familia y a los seres queridos.

Tuvo la gran suerte de descubrir desde pequeña miles de mundos. Vivió aventuras, surcó oceános, visitó castillos, fue heroína y villana y todo a través del gran amor que desarrolló por la literatura. Ansiosa de conocimientos, pasó de las lecturas más infantiles a la mitología: dioses griegos arrullaban su sueño cuando, escondida bajo las mantas, robaba horas al descanso para dedicárselo a cada una de sus leyendas.

De Plasencia a Cáceres en plena adolescencia, su carácter extrovertido y su avidez de nuevas etapas le hizo vivir el traslado como una oportunidad de conocer gentes y lugares nuevos. Su personal don para transmitir ha hecho que vaya dejando un pequeño poso de su ser en cada nuevo domicilio, ampliando su círculo de amistades y manteniéndolos. Cuando alguien como ella entra en tu vida, siempre deja en ti algo de sí misma, y esas son las personas inolvidables.



Llegada la mayoría de edad, volvió a hacer las maletas para mudarse a la capital. Allí se decantó por estudiar Derecho, área que le había fascinado desde niña. Como cualquier reina que se precie, sus fantasías de convertirse en una gran abogada la impulsaban hacia el éxito, pero la realidad es un muro del que es difícil escapar.

Hoy en día puede mirar atrás orgullosa de lo obtenido, tiene su despacho de abogada, continua formándose, ayuda a otras personas mediante su vertiente docente y contagia a sus alumnos su dinamismo, profesionalidad y vitalidad.

Cuando la presión del día a día comienza a sentirse vuelve a sus dos grandes refugios: esas páginas llenas de historias y aventuras que le hacen más fácil olvidar la dureza diaria, y la constante presencia de su familia y amigos. Con el paso de los años, además ha encontrado en el deporte y la escritura nuevas formas de evadirse, soltar lo negativo y recargarse de energía positiva.

beBee fue para Vega un gran descubrimiento, ya que le permitía seguir aprendiendo de gente nueva, fomentar nuevas relaciones, y escribir sobre aquello que creía interesante. No sólo lo ha hecho, si no que su constancia y el nivel de sus aportaciones le han valido recientemente el merecido nombramiento de embajadora de la red social.

Los años, en su constante camino, modifican personas, relaciones, cambian vidas de un plumazo y endurecen almas. Pero no siempre es así. Vega ha madurado, ha ganado seguridad, ha aprendido a sentir el más desgarrador de los dolores aprendiendo a gestionar la pérdida aceptándola como una parte de la vida, pero mantiene su entusiasmo y su positividad.

Conocerla es un honor, es un torrente de energía pura que te traspasa el alma haciéndote partícipe de su vitalidad y ahora en beBee podemos disfrutar de esa emoción cada día!

Gracias Vega!



Twitter @vegagomher

Linkedin Vega 🐝 Gomez

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