Si la envidia fuera tiña...

Envidia. Ese sentimiento tan humano, tan intrínseco que a veces no nos damos cuenta de lo que significa. No creo en que haya emociones puramente negativas, ni positivas. Pienso que todas ellas son necesarias, pero siempre en su justa medida. La envidia por aquello que el otro tiene, la comparación con eso de lo que carecemos no es mala por sí misma. Ayuda a mejorar, a crecer, a querer lograr lo que vemos que a otros les hace felices. Pero, como en todo, en la cantidad está la clave. En la gestión de esa emoción radica el modo en el que vamos a vivir , en el que vamos a permitirnos desarrollarnos o anclarnos a una losa que nos imposibilite el paso. Los niños envidian el juguete que tiene su amigo . No porque el suyo sea peor, ni porque en realidad lo desee. Lo que suelen envidiar es el sentimiento que ven reflejado en el otro y quieren lo que creen que es el motivo de su felicidad. Cuando consiguen el juguete, se dan cuenta de que no lo deseaban, y lo devuelven. Es ...