Yo, mi, me y mi ego

Que no, que no me cuentes historias. Te encanta gustar. Te motiva enseñar tus logros. Mides el éxito en parámetros erróneos. Sobrevuelas el mundo impulsado con las alas de otros y le llamas autoestima a lo que no es más que artificio. Lo sé. Estamos inmersos en la era del ego. Compartimos fotos de vacaciones, de lugares hermosos, con nuestra mejor cara. Nada tiene de malo. Me encanta verte feliz, disfruto descubriendo los sitios que visitas. El conflicto aparece cuando dejas de hacerlo por ti y comienza a importarte más la opinión ajena que la propia. Sentimos que nuestra autoestima aumenta cuando en realidad lo único que alimenta cada like, cada comentario repleto de piropos es el ego. "Uy que suerte, soy admirado, soy querido, me comparten, me comentan, les gusto". Y el ego crece y crece. Y cuánto más enseñamos, más nos quieren y, en consecuencia, más nos queremos nosotros. Porque molamos . Entonces el juego se convierte en una rueda cuya inercia l...