La Marca Personal es social



¿Qué es eso de la Marca Personal? ¿Es una invención de unos cuantos para ganar dinero a costa de otros? ¿Es realmente una metodología para el desarrollo profesional?

La marca personal tiene muchas definiciones, tantas como personas que son la única clave del éxito del concepto. Pero yo me quedo con el título del libro de Eva Collado Durán: marca eres tú.

No porque tú seas mejor que otra persona, ni porque cuentes con aquello que a mí me falta. Marca eres tú, porque sólo una marca que potencia lo bueno que hay en ti y trabaja para mejorar lo no tan positivo puede triunfar. Tu marca es todo lo que haces y lo que dices, pero también aquello que ni haces ni dices.

En este tema hay quienes hablan de que la Marca Personal se construye y otros que afirman que va contigo desde que nace. Yo me mantengo en un punto intermedio entre las dos ideas. Por un lado, naces con una serie de características intrínsecas a tu carácter, a tu personalidad.

Desde que llegas a este mundo hay ciertos rasgos que forman parte de ti: tener un precioso pelo pelirrojo, los ojos achinados o la piel morena son características físicas que componen tu todo. Ser más de ciencias o de letras, zurdo o diestro y ese tipo de cosas llegan contigo desde tu nacimiento, están en tu código genético.

Después hay otras que van cambiando con la edad, con los aprendizajes y las circunstancias. Puedes ser un niño extremadamente tímido y convertirte en un adulto que termina disfrutando de las reuniones sociales, quizás de pequeño eras cabezota y tozudo, pero los vaivenes de la vida te han enseñado a relativizar y flexibilizar tus opiniones.

Sea como fuere, en tu Marca Personal hay una parte que está escrita en tus genes y otra que es moldeable, cambiante y flexible.

Cosechando frutos


Estos días ha sido publicado un artículo sobre el concepto de Marca Personal tildándolo de timo, de falacia que únicamente nos reporta pérdida de tiempo y de dinero.

Ya han sido muchas las voces autorizadas que han respondido a las ideas vertidas en el artículo, desmontando los conceptos que enarbola. Sé que yo no soy una experta en el tema, pero no hablar de ello me parece una irresponsabilidad, teniendo en cuenta que llevo años viviendo en un continuo aprendizaje del nuevo paradigma laboral.

Hace tiempo que decidí que si quería que el mercado laboral no me escupiera una y otra vez de su amante regazo, debía formarme y aprender de qué se estaba hablando cuando se hablaba de personal branding, de marca, de posicionamiento y de otra serie de conceptos.

Tras más de tres años imbuida en ello sólo puedo afirmar que es un trabajo duro, una inversión a largo plazo, un camino lleno de obstáculos y un terreno de batalla en el que te encuentras con tu peor enemigo una y mil veces: tú misma.

He sido capaz de enfrentarme a mis fantasmas, a mis demonios, a mi idea de que debo ser la mejor en cada campo de actuación que me plantee. He bajado a las profundidades de mi ser y mirado a los ojos a las partes de mí que no quería ver, para poder mejorarlas. Y, sobre todo, he descubierto la que para mí es la faceta más importante de mi propia Marca Personal.

Ser tú mismo, olvidar el narcisismo, no parar nunca de aprender y aportar a los demás todo lo posible.

Las marcas de productos que llegan a hacerse un nicho en el mercado son aquellas que han descubierto que su éxito es social. Pueden hacer un millón de anuncios, vallas publicitarias, banners en páginas webs y no lograr nada si dejan de lado el intenso componente emocional que vincula un producto a un alma.

El concepto más importante para mí es no perder nunca de vista que la marca personal es social, que dependes de los demás para alcanzar cualquier meta u objetivo. Es por ello por lo que puedes pasar mucho tiempo construyendo a tu alrededor una marca sólida pero si no dejas penetrar a nadie en sus muros, morirás escondido tras los ladrillos que te protegen como una coraza.

Desarrollar nuestra marca personal es como plantar una cosecha. Inicialmente debemos conocer perfectamente el terreno y la climatología (autoconocimiento y conocimiento de nuestro mercado) para decidir qué tipo de productos sembrar (Servicios a ofrecer). En segundo lugar, prepararemos la tierra para que sea lo más fértil posible (mejorando nuestras propias competencias y adquiriendo las que nos faltan) y comenzaremos a sembrar. Cada vez que colocamos una semilla en el terreno, no se nos ocurriría esperar que apareciese de la nada la planta. No. 

Seguimos realizando un trabajo constante de regadío, de vigilancia, de cuidado de nuestra cosecha. Cuidamos y mimamos cada planta (cada una de las personas de nuestra comunidad) ofreciéndole aquello que necesita para continuar creciendo (ayuda, colaboración, servicios que podemos ofrecerles y que necesitan).

Estudiamos y nos formamos en técnicas para mejorar nuestra labor diaria. Y, con el tiempo, el cuidado y el trabajo constante conseguiremos frutos.

Sin todo el trabajo previo, nunca llegaríamos a obtener los resultados que esperábamos al enfrentarnos al terreno yermo. Por eso, esperar resultados únicamente sentándonos a esperar es algo utópico y absurdo.

Marca Personal es influir, no ser famoso


Para mí una de las vertientes de la marca personal no es la fama, como proclama el artículo, pero sí lo es la presencia, la visibilidad. Y esa visibilidad no depende únicamente de mí, sino también de las personas que forman mi comunidad y que delegan en mi (y en quienes yo delego) el cuidado de su visibilidad, de su presencia.

¿Te suena raro? ¿Aún crees que Internet y el mundo offline es un campo de batalla en el que luchas solo? Has elegido el camino equivocado.

Hace unas semanas ofrecí una charla en un grupo de Marca Personal y hablé de este mismo tema: de la importancia de la solidaridad en la correcta gestión de la visibilidad, y la importancia de confiar nuestra presencia a otras personas que cuiden de ella. Existe un valor incalculable en ser capaces de no dejar de aprender de otros profesionales, mientras que nosotros les aportamos a ellos nuestro valor.

Si estás pensando en comenzar a gestionar tu marca para obtener una meta a corto plazo. Si pretendes llegar, arrasar y marcharte dejando tras de ti arena agitada. Si lo que buscas es fama o dinero rápido, no es el camino. Estás viendo el mundo a través del ojo de una aguja y crees que eso es todo lo que hay. Aléjate, descubre aquello que no enfocaba tu objetivo y podrás observar lo infinito que es el universo y, con él, tus posibilidades si te atreves a conseguirlas. De otro modo, no hallarás lo que buscas.

[bctt tweet="Puedes construir a tu alrededor una #MarcaPersonal sólida pero si no dejas penetrar a nadie en sus muros, morirás escondido tras los ladrillos que te protegen como una coraza. #RRHH #NuevoPost #TejiendoLetrasHilandoHistorias" username="CrisBallesterM"]

Pero si deseas iniciar un camino de enriquecimiento, colaborativo, crear una ruta en la que invertir tiempo y esfuerzos para ir cosechando pequeños logros. Si estás dispuesto a dar sin esperar recibir, a ayudar desinteresadamente y a ver crecer a otros mucho antes de hacerlo tú, estarás en la ruta para obtener resultados que ni siquiera eres capaz de imaginar.

Obtendrás influencia, compañeros de viaje, clientes, trabajo y la certeza de que este es un sendero que no se acaba nunca. Siempre tendrás que continuar esforzándote por cuidar tu cosecha si quieres seguir obteniendo frutos.

En esta ruta, como en tantas otras, hay muchas personas que deciden apearse al comienzo. No le ven una rentabilidad, ni un resultado a corto plazo y piensan que están malgastando recursos. Lo comprendo, pero nada gana quién nada invierte. Tenlo en cuenta cuando veas que hay otras personas que consiguen aquello que tú anhelas.

Después estamos aquellos que recordamos que la propia vida se hace esperar nueve meses para abrir los ojos al mundo y decidimos creer en que todo lo que merece la pena se hace esperar.

Comenzarás en esto como un bebé, con ojos ansiosos de descubrir, de aprender, de ver por primera vez aquello que tantas veces has visto. Y, no sabes cómo, ni por qué, de repente aparecerán las manos que te ayudarán, te guiarán y te sujetarán durante el camino.

Serán otros quienes te enseñen a caminar, pero también tú serás para ellos su bastón. Es una simbiosis, un continuo compartir, un proceso de aprendizaje mutuo para el que tienes que estar preparado. Si te rindes en el primer kilómetro, te quedarás para siempre en pañales pensando que es mejor lo malo conocido que la libertad que te otorgaría seguir adelante.

Provoca ese clic en tu mente que haga que olvides todo lo aprendido. Deja de creerte las mentiras que te han contado, los cuentos que te decían que debías ser el mejor, que quién camina a tu lado es tu competencia y que una zancadilla a tiempo es el mejor modo de ganar. Cuando consigas ese cambio mental, se te abrirán nuevos horizontes, serás capaz de ver que en este camino que es la vida es mejor ser tu mismo, ser fiel a tus valores y estar rodeado de aquellos que los comparten.

Será duro, será extenuante, tendrás ganas de abandonar, pero de pronto un día, justo cuando la toalla esté a punto de tocar el suelo un pequeño brote aparecerá de la nada. Las piezas comenzarán a encajar por sí mismas. Una tras otra.

Ese día te harás consciente de lo importante que ha sido la inversión que has realizado. Desde ese momento nada será igual porque ese día te demostrará que tu marca personal tiene un impacto, que ha tocado un alma, dos, o miles. Ya no habrá vuelta atrás, sólo seguir conquistando retos, mejorando y compartiendo.

No es suerte, es trabajo. No es falacia, ni es timo: es esfuerzo. Es la recompensa a una carrera de fondo que decidiste no abandonar, en la que creíste y en la que invertiste tu recurso más preciado: tu tiempo.

No se trata de fe, si no de confianza en ti y tus capacidades. Es la certeza de que si quieres conseguir algo en la vida sembrar es siempre, el único modo de cosechar.

Comentarios

  1. Me ha encantado, muy bien expresado, muy como tu eres, con tu marca personal muy de corazón de haber reflexionado sobre lo que cuentas.
    Enhorabuena .

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  2. Cristina Ballester Martínez9 de abril de 2018, 12:54

    Muchas gracias Silvia!

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  3. "No es suerte, es trabajo. No es falacia, ni es timo: es esfuerzo"

    Me ha encantado el artículo y me encanta que seas parte de nuestra tribu de marca personal, ¡ya lo sabes!

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  4. Cristina Ballester Martínez9 de abril de 2018, 13:19

    Muchísimas gracias Irene. Por dedicar tiempo a leerme y por dejar tu comentario.

    Para mí también es un placer ser parte de la tribu. Un besote

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  5. Creo que nada ocurre por casualidad detrás de cada trabajo hay mucho esfuerzo y tú has dedicado mucho esfuerzo y tiempo a tu Marca Personal y se ve en todo tu post. Además de la reflexión creo que eres una persona generosa que sabes compartir.

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  6. Cristina Ballester Martínez11 de abril de 2018, 0:48

    Muchas gracias Maje por leerme, por comentar y por tener esa visión sobre mi... bueno y por tantas otras cosas que has hecho y haces por mi. Un beso enorme!

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